¿Qué es una marca? Más allá del logo y el eslogan
- Elvin D. Rojas Rosado
- 21 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 jul
En un mercado saturado, el verdadero valor de una marca radica en su propósito, coherencia y capacidad de conectar auténticamente con su audiencia.

Todavía hoy, en pleno 2025, me sorprende cuántas veces escucho hablar de “marca” como si fuera sinónimo de logo o eslogan. Es una confusión común, pero peligrosa, especialmente cuando se pretende construir una presencia relevante y sostenible en el mercado. Reducir el concepto de marca a un símbolo gráfico o una frase ingeniosa es subestimar su verdadero poder estratégico.
Una marca, en su esencia más profunda, no es lo que decimos que somos; es lo que los demás sienten, piensan y dicen sobre nosotros. Es la suma de percepciones, emociones y experiencias que las personas asocian con nuestro nombre. Y esas percepciones no se construyen solo con diseño gráfico, sino con decisiones coherentes, propósito claro y autenticidad real.
Desde la perspectiva del marketing estratégico, la marca debe ser la brújula de todo lo que hacemos. No basta con crear campañas llamativas o tener presencia en todos los canales digitales. Una marca bien definida guía el tono de comunicación, la experiencia del cliente, la cultura organizacional y hasta la innovación del producto. Es el alma del negocio.
Ahora bien, al momento de desarrollar una marca, hay varias consideraciones estratégicas que no se pueden ignorar:
Es indispensable definir un propósito auténtico: las marcas más fuertes hoy no giran en torno a lo que venden, sino a por qué existen. Ese “por qué” debe ser claro, inspirador y relevante para su audiencia.
Es vital conocer a fondo al público al que nos dirigimos: sus motivaciones, aspiraciones, valores y frustraciones. Sin ese entendimiento, no hay forma de construir una conexión real.
La identidad visual y verbal debe ser coherente y estratégica, no solo estética. Desde el logo hasta el tono de voz, todo debe reflejar una personalidad de marca consistente y diferenciada.
La experiencia de marca en cada punto de contacto: redes sociales, atención al cliente, empaque, publicidad, web, etc. La consistencia en todos esos momentos es lo que fortalece la confianza y la recordación.
Tener la capacidad de adaptarse al cambio sin perder su esencia. Vivimos en una era de transformación constante, y quienes no evolucionan, desaparecen. Pero evolucionar no significa traicionarse, sino reinterpretarse de forma estratégica.
Hoy, los consumidores no compran productos; compran significados. Las marcas que triunfan no son solo visibles, son memorables, coherentes y confiables. Por eso, entender qué es una marca y cómo construirla estratégicamente ya no es una opción, es una necesidad urgente para cualquier negocio con visión de futuro.
Y lo digo con convicción: si una marca no tiene propósito, consistencia ni diferenciación, no importa qué tan atractivo sea su logo o qué tan creativo su eslogan. Estará condenada a desaparecer en el ruido del mercado.
Sobre el autor:

Elvin D. Rojas Rosado es un especialista experimentado con un historial demostrado de trabajo en la industria del marketing y la publicidad. Experto en ventas, administración, investigación de mercado, marketing de contenidos, marketing online y desarrollo de estrategias publicitarias digitales. Cuenta con una Maestría en Administración de Empresas (M.B.A.) enfocada en Administración, Gestión y Operaciones de Empresas de la Universidad de Phoenix y un Bachillerato en Publicidad de la Universidad del Sagrado Corazón.
